Paula Carrasco
«Siempre me gustó volar con libertad y sin mayor plan. Lo hice en mi vida y en un trabajo que me permitió conocer muchos paisajes y personas. En algún momento pensé que las aventuras se conseguían viajando de un lado en otro».
Jamás pensé que tener una familia, una pareja y dos hijos serían una aventura en sí misma, que un trabajo estable me desafía a cada hora con muchas decisiones y riesgos. Que regresar a Concepción se parecerían al vértigo y a las experiencias que sumas a tu vida y compartes con tus seres queridos.
Hasta aquí estamos bien pero no les estoy contando la verdad, al menos no toda. Lo cierto es que cuando estan todos dormidos hago otras cosas que me gustaría contarles. Muero por mi celular, y ver diseños, fotografías, decoraciones, galerías y exposiciones, porque tengo un taller de rediseño de ropa que se llama “La Máquina de Coser”, mi lucha, entre muchas, es contra la contaminación del retail. Tomo prendas antiguas y te la dejo como nuevas.
Como soy productora me entretiene mezclar, amo lo feo, lo bello, el plástico y la porcelana. Mi incansable búsqueda de la belleza me lleva a crear estilos auténticos que sirven para decorar, para resignificar los espacios y situaciones donde la gente la pasará bien, como si fuera alguna serie de las que me gustan, como si fueran a vivir una escena en una película famosa, todo esto mientras critico y rearmo en mi mente los hogares de los famosos que veo en la tele en mi placer culpable favorito: La Divina Comida. Es cierto entonces, me gustan las aventuras y los riesgos por eso soy la productora de Giro.